Trabajar en una multinacional o en una startup. Pros y contras
Nuestro día a día está repleto de momentos en los que tienes que elegir. Y muchas veces hay que tomar una decisión en ese mismo momento. Hay que mojarse. Cuántas veces has tenido que decidir si playa o montaña para unas vacaciones veraniegas. Si pasillo o ventana en un avión. Si carne o pescado en el menú del día de un martes cualquiera. Si me compro un móvil IOS o Android. Ojo, que hay decisiones más trascendentales como ¿me caso o no me caso con mi pareja de siempre?, ¿me compro una casa o me voy de alquiler?, ¿tengo mi segundo hijo o espero?… La vida está llena de momentos en los que tienes que decidir.
A nivel profesional posiblemente no hayas tenido la oportunidad de elegir porque, en muchas ocasiones, el primer trabajo que tuviste ha condicionado el resto de trabajos y puestos que has desempeñado en tu carrera profesional. Es mi caso: empecé en marketing y sigo trabajando en marketing.
Supongamos que tienes que hacerte una composición de lugar y decidir si tu próxima etapa profesional va a ser en una multinacional -líder en su sector- o una empresa startup, ya sea en la fase de start o en la fase de up. No es fácil decidir, ¿verdad? Gran dilema profesional, como se ha comentado en el ámbito laboral, ¿qué es mejor ser cola de león o cabeza de ratón?
No voy a entrar en si tu perfil encaja en una tipología o en otra. Tampoco voy a evaluar el sector de la industria donde trabajas, ni el momentum empresarial de cada una ellas. Tan sólo te voy a dar una serie de impresiones que son el resultado de mi carrera profesional y que quiero compartir contigo.
A continuación te voy a mostrar los pros y los contras bajo cuatro criterios muy personales: status profesional, velocidad de actividad, reporting y estabilidad laboral.
Status Profesional
Está claro que trabajar en una multinacional, normalmente, te da una reputación que va en consonancia con el tamaño o lo conocida que sea esa firma en el mercado. Trabajar en una multinacional te da una serie de activos que no suele tener una startup: reconocimiento de marca, un puesto que ocupa media tarjeta de visita, unos beneficios sociales que molan… Y que, en muchas ocasiones sueles presumir de empresa, aunque estés quemado por dentro.
En cambio cuando trabajas en una startup no sueles tener ese reconocimiento de marca, casi siempre tienes que explicar de qué va tu empresa, a qué se dedica y parece que lo expresas con cierto grado de complejo de inferioridad. En una startup a lo mejor ni tienes tarjetas de visita porque no es una prioridad ni está en los procesos de la política de RRHH. Tampoco se suelen tener unos beneficios sociales molones. Ya, ya sé, todos conocemos startups muy muy grandes que tienen un “full equipe” de beneficios sociales: tickets de comida y de guardería, seguro de vida, portátil, móvil de lo “last”, plan de pensiones, seguro médico, una tarjeta Amex… Lo que yo llamo beneficios sociales ATP (A Tutti Plen).
Velocidad de la actividad
En una multinacional los tiempos son extensos, tediosos, me atrevería a decir que son infinitos. Los plazos se dilatan, los deadlines raramente se cumplen. Tu planteas una nueva iniciativa y desde que la presentas hasta que se aprueba pueden pasar semanas. Una vez aprobada, gestiona los recursos: proveedores, colaboradores de otros departamentos, la inversión… En esta tarea se te van meses. Y una vez la vas a poner en marcha, implantar, lanzar o publicar te dicen de arriba “veo mucho azul” (caso real de un presidente cuando se le presentó la nueva web). Total, el desgaste es elevado y la satisfacción no es plena.
Por el contrario, en una startup, si planteas una iniciativa, campaña o acción que va a generar negocio te dan una semana para montarla “con tus manitas y tus abalorios” y otra para testarla en el mercado. Si después de dos semanas ha funcionado y los resultados son >5€ por cada euro invertido, se despliega a todo el mercado y se automatiza. En caso negativo, se desecha y no pasa nada. Hace unos meses acudí a una charla de los fundadores de Hawkers y decían que su estrategia se establece cada semana en función de los que su cliente ha dicho o hecho. Eso no se puede articular en una multinacional.
Un año trabajando en una startup equivale a tres años en una multinacional. La velocidad de crucero es permanente. ¡Frase muy tuiteable!
Reporting
Este capítulo me encanta. En una multinacional reportas directamente a tu jefe y reportas indirectamente –dotted line– a no se cuántos directores de la región y de la central o HQ –Head Quarters-. No paras de hacer informes para tus jefes. Informes que van muchas veces en presentaciones… “El maravilloso mundo del excel y del powerpoint”, podría ser el título de un libro de autoayuda para empleados de multinacionales. Pero antes de hacer esas laboriosas presentaciones, muchas en inglés, debes reunirte con unos y con otros para consensuar cifras, pronósticos –forecast-, presupuestos, objetivos, predicciones de crecimiento y demás planes estratégicos a medio y largo plazo que pesan muchos Mbs.
Yo calculo que en una gran corporación un mando intermedio invierte el 25% de su tiempo en el email, otro 25% en powerpoint/excel, un 20% en reuniones y demás conference calls , el 10% a delegar, otro 5% a “comentar la jugada del día” y el 15% restante a currar. Dime tú si es así o no… pero abajo, en los comentarios.
Señores, en una startup no hay ni template corporativo de powerpoint para hacer presentaciones. De hecho no se necesita. Si quieres presentar un proyecto o una campaña o una nueva iniciativa se cuenta vivavoz , se pinta en la pizarra y se discute face to face con dos personas como máximo. Y cada semana, se comparten las cifras de la semana anterior y se analizan. Cifras que son reales porque lo dice tu herramienta de analítica. Y si se trata de un ecommerce eso va a misa. Ahí no hay discusión.
En una startup dedicas un 95% de tu tiempo a curar y el otro 15% en pensar cómo puedes mejorar la cuenta de resultados. Sí, sale 110% ¿te has dado cuenta tú también? Pues toma nota porque es la manera de sobrevivir en una empresa de este tipo. Se curra mucho y no hay tiempo “patontás“.
Estabilidad laboral
Me atrevería a decir que estabilidad laboral ya no hay en ningún sitio. Si no que se lo digan a los que han salido en un ERE de cualquier empresa del IBEX o del NASDAQ… A priori en una multinacional tienes más seguridad en tanto en cuanto estás invirtiendo en hacer carrera profesional dentro de la empresa o del grupo. Pero nunca se sabe… por eso es importante analizar “La teoría del Taburete” que recientemente habrás leido en mi anterior post.
En una startup, si te lo curras y todo va bien puedes tener estabilidad a medio plazo. Conozco a varios compañeros que llevan ya unos años trabajando en este tipo de empresas y que no les va nada mal. Aunque el otro día oí que de cada 20 nuevas startups que se crean sólo una sobrevive el primer año.
Y después de este pequeño análisis -repito, muy personal- no sé si te queda claro qué opción es la mejor para tu próxima aventura laboral. Depende mucho de la etapa en la te encuentres ya que no es lo mismo si llevas uno o dos años trabajando o más de 20 como es mi caso. Lo que sí tienes que tener claro es qué quieres ser de mayor. Debes trazar un plan muy claro con las diferentes fases y objetivos de cada una de ellas. Luego debes seguir el plan sin torcerte, con mucha ilusión y con constancia. La actitud y la pasión que le pongas a tu plan es la base del éxito.
#AyudarEsGratis
No pueso estar más de acuerdo Julio, he trabajaso en ambos lados (aunquw no fuera start up techie) y suscribo lo q dices. Especialmente lo del reporting 😉
Me queda la duda de con cuál de las dos opciones te quedas? si no quieres “comprometerte” con la respuesta, puedes haveelo vía mensaje LinkedIn. ?.
Un abrazo Julio!
Yo he trabajado en ambas y finalmente me decanto más por lo pequeño, pero como bien dices hay pros y contras en ambas. No obstante, siempre tienes empresas intermedias que no son start up ni multinacionales que también son otra buena opción.
Me gusta lo que leo y lo que aprendo :). Aclarando conceptos y disipando dudas. Un abrazo y con ganas de seguir leyendo.
Hola,
No te conocía y tús reflexiones me han llegado por casualidad pero, han llegado en el momento adecuado y me parecen reales como la vida misma.
Llevo un tiempo, haciéndome esta misma pregunta y soy incapáz de contestar y verlo en limpio siempre facilita la decisión.
Muchas gracias
Gracias Mirian por tu comentario.
😉
#AyudarEsGratis